lunes, 19 de febrero de 2007

DES-CUBRIMIENTO


Por: Roque Dalton


No me cubran los ojos

Yo también como el chacal de Nahueltoro

QUIERO VER


Y no se pongan bravos

PORQUE AUN QUIERO VER


Nunca es tarde nunca hay tiempo de sobra

no hay lugar incongruente

para descubrir la vida

tras el humo de los falsos misterios de la vida


El hombre no es un animal extraño

carajo

domingo, 4 de febrero de 2007

Muy creyentes, pero siempre pobres: cuando la oración no basta

POR: Rexy

David Méndez


Mi




Un medio de comunicación con inspiración cristiana es aquel que tiene como finalidad comunicar verdad, pero no cualquier verdad, sino aquella que lleva impreso el sello de las mayorías. Sin embargo, en una sociedad como la nuestra, donde los gritos del pueblo son ahogados constantemente por una ola de mentiras y encubrimiento, los medios han olvidado su principal misión: servir al ser humano.

Lo anterior se confirma a partir de las aseveraciones que entorno al tema realizaron diversos representantes de los medios de comunicación vinculados a la inspiración cristiana (Radio Luz y Radio Verdad) presentes en el foro radiofónico realizado en días pasados. Ambos medios a través de sus representantes dieron muestra de tener mal planteado lo que significa ser medios de comunicación con inspiración cristiana. Ya que su programación esta centrada mucho más en el aspecto religioso y evangelizador, convirtiéndose en un medio de carácter confesional y no en uno que juegue un papel más activo en la sociedad donde predomine el interés por el pueblo y su realidad real.

“Se les enseña a aguantar y no a luchar por la verdad”, Candelaria García, agente pastoral. Esto es sin duda una gran verdad. Resulta interesante la importancia que esas palabras encierran en sí mismas. Pero resulta aun más interesante, y a la vez paradójico, cuando se toma en cuenta que no fueron pronunciadas por ningún representante de los medios cristianos; sino por una persona que, si bien participó en el foro radiofónico, no posee ningún medio de comunicación. Y es que precisamente a la luz de esta gran verdad que es fácil darse cuenta, una vez más, del erróneo concepto de inspiración cristiana que tienen los medios, ya que la entienden solamente como evangelización, que en su empleo excesivo lleva al proselitismo. Es decir, los medios no comunican un mensaje de esperanza, sino más bien, uno de resignación, en el que el pobre siempre será pobre; muy creyente, pero siempre pobre.

Entonces con ese mensaje fatalista y confesional, los medios terminan por ayudar a que en el país existan más pobres, al no fomentarles una verdadera inspiración cristiana, haciéndoles creer que lo más importante es aprender a rezar y llenar las bancas de las diferentes iglesias y no aprender, por el contrario, a ser críticos y saber discernir.
Como consecuencia de lo anterior, para estos medios la dirección hacía la que debe apuntar su labor evangelizadora es la familia, ya que ven a ésta como pilar fundamental de la sociedad, considerando, así, la desintegración familiar como raíz de la mayoría de los problemas sociales. Lo que quiere decir, entonces, que estos medios tienen una visión parcializada de la realidad, porque ignoran la importancia que tiene el contexto socio-cultural global en la persona y por ende en la problemática que esta vive.

La actual labor deficiente de los medios de comunicación está determinada por la falta de independencia de los mismos, debido a que anteponen los intereses de sus propietarios al de las mayorías empobrecidas. Esta acción, aunada a su proselitismo, los lleva a carecer de una conciencia crítica que seguir y fomentar.

La inspiración cristiana supone el respeto a la dignidad humana en todo momento, y que ésta no se pierde, ya que el ser humano es valioso, sólo por el hecho de pertenecer a la familia humana. Pero según los medios que expusieron en el foro, el ser humano se vuelve indigno en tanto esté alejado de los valores acordados socialmente, que en realidad no son indispensables para que una persona tenga dignidad. Esta forma de pensar la expresan con su constante insistencia en lo moral de la persona y en el rescate de los valores perdidos. No se niega su importancia, pero lo anterior no debe tomarse como excusa para ignorar la dignidad que todo hijo de Dios posee. ¿Acaso para ellos, una prostituta, debido a su reputación, sería indigna de entrar al reino de Dios? Desde la perspectiva de una verdadera inspiración cristiana tanto ella, como cualquier otra persona que está condiciones similares no pierde nunca su dignidad por el hecho de que es ser humano.

Si los medios continúan firmes con está mentalidad y creyendo que su principal función es evangelizar, en el sentido más confesional del término; seguirán desempeñando una función mediocre y poco se podrá hacer por fomentar la conciencia crítica ya que ellos mismos carecen de ésta. Deben comprender también, que en las actuales sociedades, donde predominan la pobreza, violencia, corrupción, etc. la oración no basta para sobrevivir.