lunes, 29 de diciembre de 2008

Llámelo Periodismo... Sí, Periodismo a secas.

Las siguientes son unas questiones que se me plantearon recientemente respecto al llamado "Periodismo Ciudadano".

1. El periodismo ciudadano es una herramienta ante las censuras de artículos de interés social?
2. Podría desbancar el periodismo ciudadano (alternativo) a los medios de mayor auge?
3. Son los blogs una herramienta útil de periodismo alternativo o ciudadano?
4. El Internet es una herramienta básica para el desarrollo de periodismo ciudadano o qué otros medios podrían ser alternativos?

Cuando leí las preguntas respecto al "Periodismo Ciudadano", no pude evitar parafrasear a Hamlet y preguntarme "El periodismo ciudadano es o no es, esa es la cuestión". Así como Hamlet dudó en el tercer acto, así yo también dudé mucho antes de responder. Pero he aquí mi respuesta.

Primero que nada habría que aclarar si realmente existe el "periodismo ciudadano". En mi opinión, tal rama del periodismo es bastante ficticia. Los defensores del también llamado periodismo 3.0, aseguran que dado el acceso que tienen los ciudadanos a publicar su opinión, fotos, videos y demás a través de las nuevas herramientas que brinda el internet, se están generando nuevos reporteros entre la comunidad que no necesariamente hayan pasado por una sala de redacción, y que estos aportan con información muchas veces valiosa, muchas veces no. Y es cierto, si doña Susanita fue testigo de un hecho noticioso y tomó una foto con su celular último modelo para luego enviarla al noticiero local, entonces ella está aportando de alguna manera a informar a quienes no estuvieron ahí. Casos de la vida real sobran. Por ejemplo, muchos de los videos que vimos de los tsunamis que arrasaron con Sri Lanka en el 2004 fueron tomados por personas que estaban viviendo en ese preciso momento la terrible escena. Pero, ¿ es realmente ese aporte periodismo? En mi opinión no, pues si mal no recuerdo una de las definiciones de periodismo es la del ejercicio de recolectar información, jerarquizarla, sintetizarla y publicarla, y no está demás agregar ANALIZAR dicha información. ¿Realizan todo este proceso los llamados reporteros ciudadanos?, puede que sí y puede que no. Y es que para ser periodista no basta solo con publicar.

¿Y qué pasa con los blogs? Preguntarán algunos. Sí, es cierto, los blogs se han convertido en un espacio para que profesionales de la economía, el internet, medicina, deportistas, periodistas, fulanos y zutanos viertan sus posturas sin más restricciones que las que ellos mismos se impongan. Pero un blog no es periodismo. Este blog que usted lee por ejemplo, aunque cuenta con varios artículos de opinión, estoy segura que lo que aquí escribo no puede calificarse como periodismo. ¿Si un economista escribe en su blog SU propio análisis de la crisis económica global que vivimos en este momento, le podríamos llamar periodismo? ¿Cuáles son sus fuentes?, ¿Quiénes lo secundan o refutan en su texto? No estoy diciendo que su opinión no sea válida, al contrario tiene mucho peso. Pero no deja de ser SU interpretación muy personal de un hecho. El periodista en cambio buscaría, o debería buscar, muchas más fuentes, investigar más allá de una singular opinión para luego realizar todo el proceso, sintetizar, jerarquizar , analizar y luego publicar.

Otros me dirán, y ¿qué pasa con los llamados periódicos, revistas, radios, o canales alternativos, para los cuales muchos ciudadanos escriben o tránsmiten, y que también se les llama periodismo ciudadano? Pues bien, muchos de los artículos y reportajes de esos medios alternativos están elaborados por periodistas. Mismos que han investigado, redactado, sintetizado, etc. y cuyo trabajo final es publicado. Lo que pasa es que a diferencia de muchos de los medios comerciales estos medios le han abierto espacios a la ciudadanía para que dé su opinión o bien denuncie alguna injusticia. Un Ejemplo serían las radios comunitarias en las favelas del Brasil, o las radios comunitarias en algunos de los municipios de El Salvador. En estas radios la gente tiene un espacio para denunciar, pero a la vez quienes laboran en ellas investigan, entrevistan, redactan. En pocas palabras hacen periodismo, y por lo tanto son periodistas. Si un ciudadano investiga, jerarquiza, contrasta opiniones, sintetiza y luego publica en su blog, revista electrónica o radio comunitaria entonces el ciudadano ya no es solo ciudadano, pues se convierte en periodista, aunque nunca haya tomado una clase de periodismo. Así como un periodista no deja de ser ciudadano, así también un ciudadano que trabaja para informar es periodista. La única diferencia sería tal vez el sueldo de uno y otro. Y aunque suene confuso, pero si un periodista es ciudadano y un ciudadano es periodista….y al final ambos están haciendo periodismo ¿por qué llamar entonces a uno "periodismo ciudadano"? Después de todo, el buen periodismo no necesita apellido.

Del mismo modo, hay que aclarar que el internet lo que ha permitido es que se abran nuevos espacios para la opinión pública, la de muchos, no la de unos pocos, pero todavía no la de TODOS. En este sentido, sí, estos nuevos espacios entre los que se encuentran los blogs, revistas, radios y periódicos en línea están combatiendo muy bien la censura. Ojo, se está combatiendo, pero no se ha vencido.

Sin embargo, debemos recordar que no todo lo que se publica en internet es del todo cierto. La información basura fluye con total libertad en el ciberespacio. Y es ahí donde yo veo el problema de mitificar al "periodismo ciudadano", como si fuera el Arcángel Miguel que ha venido a pisotear el demonio de la censura. En el internet abunda, los " Dicen por ahí", "Me contó un amigo", "yo digo", muchos rumores, chismes de mesón y una lista innombrable de insultos, de los cuales no tenemos más certezas que las que nuestro propio criterio nos dé para creer o no lo que está publicado.

Es por eso que el Periodismo, el periodismo bien hecho, ese que investiga, es el que nos permite a la ciudadanía en general ver- cual Espada del Augurio- "más allá de lo evidente". El internet, lo blogs etc. son una herramienta. Pero así como para construir una casa se necesita más que clavos y martillo, así para hacer periodismo donde predomine la verdad y la democracia hace falta más que el internet, los blogs o las radios comunitarias.

Ahora bien, aclarado lo del mal llamado, en mi opinión, "periodismo ciudadano", pasemos a lo siguiente. ¿Podría esta nueva ola de "libertad" para publicar en medios alternativos desbancar a los medios de mayor auge?

El "Periodismo ciudadano" es un fenómeno que ha encontrado su mayor apoyo e impulso en el internet durante la última década. Si nos ubicamos en el contexto salvadoreño ¿cuántos tienen acceso a internet? 10, 20, 30 por ciento de la población. Sinceramente dudo mucho que alcance esos porcentajes. Sí, es cierto, en la actualidad hay muchos cibercafés, pero si hiciéramos una encuesta entre la población con acceso a internet, estoy segura que muy pocos tienen conocimiento de la existencia de periódicos como Raíces, Contrapunto e incluso El Faro. Entonces, decir que los medios alternativos desbancarán a los medios ya existentes y arraigados entre la población es tener demasiada ambición y nos desubica de un contexto como el que vive nuestro país, donde un 26% de la población rural y un 11% de la urbana es todavía analfabeta, y otro tanto aunque sepa leer y escribir jamás ha tenido acceso a una computadora. Este grueso de la población seguirá informándose por los medios de comunicación a los que tiene acceso, el periódico, la radio y la televisión. Lo bueno de los medios alternativos para muchos sectores, es que a través de ellos se pueden denunciar hechos en los que se vean afectados y su voz llega más allá del cantón o del caserío, aunque ellos jamás se vean a sí mismos en un reportaje publicado en Youtube.

Los periódicos o medios alternativos- y nótese que digo medios y no "periodismo alternativo"- son eso, otras alternativas que tiene el lector, el radioescucha, el televidente. De lo contrario no serían "alternativos". Porque ¿qué sentido tiene ser alternativo si lo que se busca es "desbancar" al de mayor auge?, y estoy segura que esto no es para nada lo que busca con un medio alternativo.

Para sintetizar, el periodismo no necesita que se le busque sobrenombres. El periodismo debe ser PERIODISMO. Periodismo BIEN hecho. Ese periodismo es el que abre espacio para todos, que informé de verdad. Donde TODA la ciudadanía tenga acceso a la información, a las diferentes posturas para que a partir de ella construya su propio opinión. Si para ello se puede echar mano de las nuevas tecnologías no hay que dudar en usarlas. Pero al periodismo no hay que dividirlo en "ciudadano, alternativo o investigativo". El periodismo ES o NO es periodismo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

La “coronilla” de Rodrigo

Por: La misma de siempre


La campaña electoral ya inició. Nos los indican los extensos y tediosos comerciales que nos prometen un cambio, mejores empleos, el sol y la luna. Sí, esos que se entrometen en una pausa que resulta eterna justo antes de que Fernando de las Condes descubra que Margarita del Rosario es su media hermana. Nos los indica también aquellos papeles qué, a fuerza de engrudo, se adhieren a los postes. Esos que tapizan de colores sin propuestas las calles del país.

A propósito de medios y campañas, ¿han notado esas grandes vallas publicitarias instaladas en las calles de El Salvador con la imagen del candidato de ARENA? Y solo por casualidad, ¿no han notado cómo en todas ellas al Ing. Ávila le falta lo que popularmente llamamos “la coronilla”? ¿Será un error de quienes las instalaron, un detalle que se le escapó al diseñador de dicha campaña, o un mensaje subliminal?

Como público meta de esta campaña me atrevo a criticar dicho medio, ya que en mi opinión no me inspira confianza un candidato que dé muestras de cuadra en cuadra, de declaración en declaración, que para ser presidente le falta todavía mucha cabeza.

Lo anterior no lo digo solo por la valla, sino también porque, tras leer una entrevista a dicho personaje, no me queda duda que el sujeto es todo menos presidenciable. Por ejemplo, ¿recuerdan estos símbolos ˂ ˃? Sí ¿verdad?, son simple y sencillamente los símbolos de “menor que” y “mayor que”, esos que venían en la contraportada de los cuadernos engrapados. Pues bien, resulta que estos viejos amigos le generan cierta confusión al candidato de Arena. ¿8.29˂7.5? Hasta un niño de primaria vería el error, no así el sr. Ávila. Pero claro, cada quien lee las curvas que le convienen ¿no es así? Si usted, sr. candidato, ve que 8.29 homicidios diarios son menos que 7.5 diarios, entonces corra a buscar su cuaderno de primer grado, notará que en esta trágica ecuación usted ha fallado, y no precisamente a la hora de poner el símbolo. ¿Será que la aritmética, así como la seguridad pública, nunca fue su fuerte, Ing.?

Además, ¿cómo se atreve, candidato, a comparar la disminución del robo de reses con los crecientes índices de homicidios, y decir encima que entregar el país peor de cómo lo recibieron es tener éxito? La seguridad nacional no se mide con cabezas de ganado.

Por otra parte, Ing., yo entiendo que como parte de una estrategia de campaña usted se quiera mostrar cercano al pueblo, no en vano usa de cuando en cuando su sombrero para enseñarle al campesino que a su delicada cabeza también lo mortifica el sol, pero el sombrero no lo acerca más y tampoco se hizo para escuchar mejor las necesidades del pueblo. Dejémonos de disfraces, recordemos aquel viejo cuento en el que ni siquiera la caperucita se creyó la famoso frase “son para escucharte mejor”. Para escuchar a la gente no basta con ir a sentarse en un banquito en la cabecera departamental y seder el micrófono a unos pocos, hace falta bajarse de su 4x4 y caminar dos, tres , cuatro a más kilómetros hasta ese cantón que carece de camino de acceso, agua potable y fuentes de trabajo seguras en Potonico.

Del mismo modo, entiendo que una de las tácticas para mostrar su cercanía es el uso de palabras coloquiales, pero ¡Hombre! Decir “!o sea! sorry”, “no hay que hacer una changoneta”, “se encachimban” o “sindicalistas buchincheros”, en medio de una entrevista para un medio on-line o en una conferencia en un campus universitario, resultan inapropiadas para un candidato presidencial al que se le escucha con seriedad y del que se espera seriedad. Aún así sea un discurso dirigido al campesinado, este debe demostrar cierta mesura. Si su discurso es claro y su planteamiento de los problemas también lo es, no dude que sus interlocutores lo entenderán sin necesidad de recurrir a un vocabulario tan florido para un posible presidente. “!O sea! Sorry”, Ing. Ávila, pero me imagino que en un discurso ante altos funcionarios de Estado internacionales no va a llegar con una disertación toda “changoneta”, mire que los jefes de Estado se pueden “encachimbar” por tal falta de respeto, y algunos de ellos son bien “buchincheros”.

En fin, tras leer, escuchar y observar esta campaña, en mi opinión, tal parece que en esa montaña rusa en la que suben y suben los homicidios y va en picada la economía salvadoreña, el sr. Avila ya se nos mareó, pues con respuesta acantifladas no supo aclararse ni a sí mismo que beneficios le traería al país su eventual elección como presidente.

La valla quizás no miente, a Rodrigo le falta algo más que la coronilla para ser presidente. Un poco de sentido común no estaría mal. Tal vez en lo que resta de la campaña veamos unas vallas mejoradas y un candidato con discursos mejor elaborados. Habrá que ver de cuadra en cuadra y de entrevista en entrevista a ver qué pasa.



PD: Link de entrevista a la cual hago referencia... publicada en elfaro.net.

http://www.elecciones2009.elfaro.net/Noticias21.html

Para escuchar el audio del discurso que menciono dar seguir este link..nota "Mauricio Funes y Rodrigo Avila en la UCA"

http://www.uca.edu.sv/interna/comunidad/fnotas.htm

Los chulones del progreso

Por Jéssica Medrano


Cuentan por ahí que La Chulona antes no andaba tan chulona como ahora. No es que antes se las diera de decente, casta y mucho menos pura, pues bien se sabe que la corrupción se viste de etiqueta y tiene un selecto guardarropa de mentiras para cada ocasión...


Pero en fin, resulta que un día La Chulona decidió maquillar sus curvas con asfalto, depilarse todas las zonas verdes y tapizarlas con concreto, hacerse un manicure y ofrecer su mano (de obra) barata a los ambiciosos labios de la inversión extranjera. Y es que la muy coqueta quería subir al tren del desarrollo, pero el maquinista tenía ciertas exigencias...así que aquella joven menudita se vio en la necesidad de empeñar todas sus posesiones, y cuando no tuvo más que ofrecer, se hipotecó así misma y a toda su descendencia por prestamos millonarios. Como quien dice, hipotecó hasta el calzón. De ahí viene su desnudez.


Al verse desnuda trato de ocultar sus partes íntimas. Entonces se escuchó una voz,


-“¿Por qué te escondes?”, era la voz del uBicuo, oMnipotente y OMnisCiente maquinista.


-“Porque soy subdesarrollada”, contesto la avergonzada chulona.


En efecto, el tren del desarrollo hacia mucho que había partido, y ella se había quedado, con los colochos hechos, en una estación del tercer mundo.


Desde ese día la han visto recorrer las calles, limpiando, con sus pechos, parabrisas en los semáforos; enjuagando, con sus cabellos, las lágrimas de las madres de niños que mueren por el rotavirus, el dengue y el hambre, eternos descendientes de Sísifo.


Otros dicen que por las noches se revuelca en la grama del Parque Cuscatlán y juega al Tin Marin con el espejo, no sé para qué, pues al llegar el “pégale, pégale que ella fue”, la vergueada siempre es ella, golpeada con mano dura por reformas fiscales, leyes de un salario mísero.

La joven quiso escapar lanzándose de la Torre de la democracia, pero no la encontró, cual ramera, hacia años que ella había cambiado de nombre, hoy se hacía llamar "La City". Aun así se lanzó, esperando caer en los brazos de los padres de la patria, pero ellos perdieron sus brazos ahora solo tienen bolsillos, y en sus bolsillos no cabe La Chulona.


Pero La Chulona tuvo suerte, al lanzarse cayo en los hombros del hermano lejano y ahí sigue, lleva años sobre los hombros de este, pero no soportará mucho tiempo, sus rodillas comienzan a flaquear y ningún ungüento de TPS evitará su caída.

jueves, 21 de agosto de 2008

Apropósito del editorial del 21 de agosto en El DIario de Hoy "Son muchos los espacios para el buen comunicador"

Concuerdo con usted, señor, en la importancia que el lenguaje tiene en el ejercicio periodístico. Las palabras son sin duda muy buenas armas para el periodista. Son “el machete”, como popularmente se suele decir, para el comunicador. Sin embargo, con tristeza vemos a diario, en los matutinos nacionales, como muchos redactores, al servicio de la ideología del medio, utilizan estas para reforzar la opinión del aquel que les paga el sueldo.

En el periodismo, las palabras son como las piezas de lego, se pueden acomodar a la conveniencia de unos pocos para construir, reconstruir, deconstruir los hechos, ignorarlos y en algunos casos hasta borrarlos. Ejemplos en El Salvador sobran. En los medios es muy común encontrarse con frases ofensivas, metáforas despectivas, falsas estadísticas de violencia o de crecimiento económico, opiniones que se transcriben y otras que no, aquella declaración que jamás apareció porque sencillamente no era conveniente en X contexto, o porque a fulanito de tal-anunciante, socio, futuro yerno o compadre- le perjudicaría en algún modo.

Ahora bien, si una ideología diferente a la suya salpica los salones de clases en las universidades referidas, y esta, según usted, acaba empapando a los estudiantes a final de sus estudios con “conocimientos irrelevantes y poco esenciales”, entonces pregunto yo, ¿Por qué acaba el señor contratando a esos jóvenes que ahora desprecia? Porque sé que muchos de los redactores que trabajan en El Diario de Hoy son o fueron estudiantes de la UES o de esa a la que usted llama la "universidad de curas de sotana roja". ¿Por qué no ahorrarse el tiempo en corregir esas “malas mañas” y contratar personal capacitado –léase previamente ideologizado-? Sencillo, porque los comunicadores y periodistas egresados de esas universidades están capacitados, escriben bien. Tal vez no con la elegancia que el sr. exige, pero sí poseen buena redacción; de lo contrario no estarían devengando un sueldo en su empresa. Por lo tanto, debo hacerle la pequeña observación al sr. de que es necesario que aprenda a diferenciar entre un buen redactor y un buen periodista. Pues muchos periodistas hoy en día caen en la tentación se ser tan solo buenos redactores. Aquellos que con las palabras juegan, construyen, encubren y destruyen la realidad, de esos que como usted sabrá, ahora abundan en los medios de comunicación. Y es que, en mi opinión, la ideología de cada quien no interfiere al momento de poner bien una coma, un punto o una tilde. Eso se llama ortografía, gramática, NO ideología.

Me disculpo si a lo largo de este texto he lapidado en alguna forma el lenguaje, pues reconozco que soy pecadora ortográfica, por no acatar todas las reglas que gustosamente Javier Ibáñez publicó hace algún tiempo. Asimismo, celebró el reconocimiento que hace usted de la importancia del buen uso de la lengua en el periodismo, pero sugiero que además de fijarse en si falta una coma o sobra un punto, observe con más atención si falta alguna declaración más “objetiva”, si la opinión de X funcionario no ha sido tergiversada, si la voz de aquel que exige agua en su colonia no es silenciada, o si aquella mujer que exige justicia en el asesinato de su hija es borrada de las páginas del rotativo.
Atentamente.


Link de editorial de EDH http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=2728560

sábado, 10 de mayo de 2008

El viejo reto de envejecer



Por: Jéssica Medrano

Cientos de alegrías, tristezas, enojos, recuerdos, experiencias y olvidos surcan sus rostros. Se les encuentra en las esquinas con las canastas de fruta, pan o cebollas. A veces se les ve en el pasillo del bus haciendo malabares con la física y el reuma, mientras los mancebos, desde sus asientos, miran por la ventanilla o se hacen los dormidos. Son llamados, abuelos, viejos, ancianos, octogenarios, longevos, viviendo la tercera edad entre la discriminación y el abandono.

Ser anciano no es un crimen, al contrario, dadas las condiciones de vida en Latinoamérica es toda una hazaña. Para muchas personas al pasar de los 60 se les presenta el mayor reto: sobrevivir en una sociedad que los menosprecia.

Según un estudio publicado en Radio Nederland en el primer trimestre de 2006, más del 70 por ciento de los latinoamericanos y latinoamericanas mayores no recibe ninguna pensión de jubilación. La mayoría, especialmente las mujeres, no consigue empleo debido a la discriminación de edad y al alto índice de desempleo.

Mientras que en el campo de la salud los servicios son limitados y rara vez están dirigidos a las personas mayores. Además, son actualmente el grupo humano de crecimiento más rápido a escala mundial, pero también se encuentran entre los sectores más pobres.

Ante esta realidad, no es de extrañar que día a día ellos se esfuercen en demostrarle al mundo que aun tienen habilidades, pero sobretodo que ser viejo no es sinónimo de incapacitado.

Basta con ver alrededor y ver como aquel señor con siete décadas encima ofrece su servicios con un pequeño letrero de “se arreglan ‘sapatos’” esperando demostrarle al caminante, que, si bien no sabe de ortografía, todavía sabe reparar suelas. O aquella señora de pelo cenizo que borda caballos azabaches en manteles que ofrece a tres por el dólar.

Los abuelos tienen mucho que ofrecer, en las anécdotas y cuentos que les narran a sus nietos o a quien quiera escucharlos. Tienen mucho que enseñar con los viejos consejos para sacar las manchas o moldear el barro.

Por ello, es necesario reconocer la importancia de entender mejor los diversos aspectos del fenómeno del envejecimiento, y crear políticas y programas que promuevan activamente la participación de la tercera edad.

Porque no importa que edad tenga, el ser humano tiene derechos. Tiene una historia que no termina en los 60 e incluso tiene más tinta para seguir escribiendo. Y como dijo el filosofo latino Lucio Séneca “La vida es similar a una leyenda: no importa que sea larga, sino que este muy bien narrada”.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Total

Por: Clío Goretti



Ella, amparada por la sombra que la noche y la tierra le ofrecían, se puso su mejor chal naranja encima; y, tras un instante de silencio, dejo escapar lo que parecía ser una tímida sonrisa. Aquella, poco a poco, creció y creció hasta dejarse ver por completo para deleite de los curiosos que desde el fondo del abismo esa noche la soñaban.