domingo, 9 de noviembre de 2008

La “coronilla” de Rodrigo

Por: La misma de siempre


La campaña electoral ya inició. Nos los indican los extensos y tediosos comerciales que nos prometen un cambio, mejores empleos, el sol y la luna. Sí, esos que se entrometen en una pausa que resulta eterna justo antes de que Fernando de las Condes descubra que Margarita del Rosario es su media hermana. Nos los indica también aquellos papeles qué, a fuerza de engrudo, se adhieren a los postes. Esos que tapizan de colores sin propuestas las calles del país.

A propósito de medios y campañas, ¿han notado esas grandes vallas publicitarias instaladas en las calles de El Salvador con la imagen del candidato de ARENA? Y solo por casualidad, ¿no han notado cómo en todas ellas al Ing. Ávila le falta lo que popularmente llamamos “la coronilla”? ¿Será un error de quienes las instalaron, un detalle que se le escapó al diseñador de dicha campaña, o un mensaje subliminal?

Como público meta de esta campaña me atrevo a criticar dicho medio, ya que en mi opinión no me inspira confianza un candidato que dé muestras de cuadra en cuadra, de declaración en declaración, que para ser presidente le falta todavía mucha cabeza.

Lo anterior no lo digo solo por la valla, sino también porque, tras leer una entrevista a dicho personaje, no me queda duda que el sujeto es todo menos presidenciable. Por ejemplo, ¿recuerdan estos símbolos ˂ ˃? Sí ¿verdad?, son simple y sencillamente los símbolos de “menor que” y “mayor que”, esos que venían en la contraportada de los cuadernos engrapados. Pues bien, resulta que estos viejos amigos le generan cierta confusión al candidato de Arena. ¿8.29˂7.5? Hasta un niño de primaria vería el error, no así el sr. Ávila. Pero claro, cada quien lee las curvas que le convienen ¿no es así? Si usted, sr. candidato, ve que 8.29 homicidios diarios son menos que 7.5 diarios, entonces corra a buscar su cuaderno de primer grado, notará que en esta trágica ecuación usted ha fallado, y no precisamente a la hora de poner el símbolo. ¿Será que la aritmética, así como la seguridad pública, nunca fue su fuerte, Ing.?

Además, ¿cómo se atreve, candidato, a comparar la disminución del robo de reses con los crecientes índices de homicidios, y decir encima que entregar el país peor de cómo lo recibieron es tener éxito? La seguridad nacional no se mide con cabezas de ganado.

Por otra parte, Ing., yo entiendo que como parte de una estrategia de campaña usted se quiera mostrar cercano al pueblo, no en vano usa de cuando en cuando su sombrero para enseñarle al campesino que a su delicada cabeza también lo mortifica el sol, pero el sombrero no lo acerca más y tampoco se hizo para escuchar mejor las necesidades del pueblo. Dejémonos de disfraces, recordemos aquel viejo cuento en el que ni siquiera la caperucita se creyó la famoso frase “son para escucharte mejor”. Para escuchar a la gente no basta con ir a sentarse en un banquito en la cabecera departamental y seder el micrófono a unos pocos, hace falta bajarse de su 4x4 y caminar dos, tres , cuatro a más kilómetros hasta ese cantón que carece de camino de acceso, agua potable y fuentes de trabajo seguras en Potonico.

Del mismo modo, entiendo que una de las tácticas para mostrar su cercanía es el uso de palabras coloquiales, pero ¡Hombre! Decir “!o sea! sorry”, “no hay que hacer una changoneta”, “se encachimban” o “sindicalistas buchincheros”, en medio de una entrevista para un medio on-line o en una conferencia en un campus universitario, resultan inapropiadas para un candidato presidencial al que se le escucha con seriedad y del que se espera seriedad. Aún así sea un discurso dirigido al campesinado, este debe demostrar cierta mesura. Si su discurso es claro y su planteamiento de los problemas también lo es, no dude que sus interlocutores lo entenderán sin necesidad de recurrir a un vocabulario tan florido para un posible presidente. “!O sea! Sorry”, Ing. Ávila, pero me imagino que en un discurso ante altos funcionarios de Estado internacionales no va a llegar con una disertación toda “changoneta”, mire que los jefes de Estado se pueden “encachimbar” por tal falta de respeto, y algunos de ellos son bien “buchincheros”.

En fin, tras leer, escuchar y observar esta campaña, en mi opinión, tal parece que en esa montaña rusa en la que suben y suben los homicidios y va en picada la economía salvadoreña, el sr. Avila ya se nos mareó, pues con respuesta acantifladas no supo aclararse ni a sí mismo que beneficios le traería al país su eventual elección como presidente.

La valla quizás no miente, a Rodrigo le falta algo más que la coronilla para ser presidente. Un poco de sentido común no estaría mal. Tal vez en lo que resta de la campaña veamos unas vallas mejoradas y un candidato con discursos mejor elaborados. Habrá que ver de cuadra en cuadra y de entrevista en entrevista a ver qué pasa.



PD: Link de entrevista a la cual hago referencia... publicada en elfaro.net.

http://www.elecciones2009.elfaro.net/Noticias21.html

Para escuchar el audio del discurso que menciono dar seguir este link..nota "Mauricio Funes y Rodrigo Avila en la UCA"

http://www.uca.edu.sv/interna/comunidad/fnotas.htm

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jessica:

Me parece que tu análisis es bastante acertado. Es insultante que el candidato de la derecha compare delitos como el robo de reces con los homicidios. ARENA es conciente que su voto duro se encuentra en el sector campesino. Sin embargo, hay otros grupos de votantes a quienes también tiene que convencer. Es un error de estrategia que seguramente ya han visto los responsables de su campaña, pero no el candidato.

Anónimo dijo...

Buenísimo Jk. Me alegro mucho que al fin decidiste exponer el tema... Ojalá no se "enchachimben" por ahí. No me explayo, vos sabés por qué. Pero siempre es una alegría leerte. Cuidate, un abrazo.